martes, 18 de octubre de 2011

Noción del cuerpo a través del dibujo. Por: Elena Beatriz García Ramírez

La noción de cuerpo a través del dibujo
 
    Para el niño, el dibujo es un medio de expresión privilegiado. Es a la vez una actividad sensoriomotriz y lúdica ligada a las posibilidades de expresión gráfica (prensión, coordinación, etc.) y un idioma más fácil de someter a su fantasía que la palabra. 

    Por otra parte, el dibujo deja una huella afirmándose como un resultado, mientras que las palabras se desvanecen inmediatamente. 

    LAFON nos decía que gracias al dibujo el niño "se hace con los objetos, las personas o situaciones llevándolas tranquilamente a su medida de creador omnipotente". 

    En este sentido, todos los observadores están de acuerdo en reconocer que la función gráfica es una función natural íntimamente relacionada con toda la personalidad del niño, es decir, nivel de desarrollo general, conocimiento de sí mismo, afectividad, etc., y así se han diseñado métodos para utilizar el dibujo para explorar la personalidad infantil. 

    El más interesante y conocido es el test de Fl. Goodenough, el cual es una prueba simple que interesa al niño y tiene una satisfactoria correlación con los demás test de inteligencia. Si bien es utilizada comúnmente como un test de desarrollo mental, hay que decir que presenta otros aspectos muy interesantes, pues el dibujo de la figura humana se relaciona con el conocimiento que el niño posee de su propio cuerpo, afirmando diversos autores que es la expresión del esquema corporal. 

    Así, podemos decir que, en realidad, existen unos nexos entre la evolución del esquema corporal: consciencia y control del cuerpo propio, independencia segmentaria, independencia izquierda -derecha, etc., y ciertas manifestaciones de la inteligencia, tales como la expresión verbal y gráfica, capacidades de atención perceptiva, orientación y organización en el espacio, etc. 

    Además, aunque es cierto que cuando el niño dibuja una figura humana lo hace relacionándola consigo mismo; lo que se le solicita representa, de todas maneras, algo del exterior. Con más razón aún, cuando se le pide al niño un hombre y se le guía -lo que es un hecho corriente-, el resultado no puede ser nunca una educación del esquema corporal, puesto que parte del exterior, mientras que la educación debe partir de vivencias. 

    Lo que sí parece cierto es que hasta la edad de 5-6 años, si no ha habido una educación metódica, el niño dibuja la figura del hombre basándose en el conocimiento que tiene de su propio cuerpo. A partir de los 5-6 años es probable que intervengan otros factores, tales como la observación, memoria, afición y entrenamiento del dibujo, estereotipos, etc. 

    En cuanto al dibujo que los niños y niñas realizan de sí mismos, podemos decir, en primer lugar, que el dibujo del cuerpo humano es la fiel traducción gráfica de una vivencia corporal, lo cual se ha comprobado muchísimas veces en diferentes casos y situaciones. Recordando palabras de P. SCHILDER refiriéndose a la imagen corporal, podemos afirmar que "los dibujos que los niños hacen les satisfacen plenamente, lo que hace pensar que la manera en que ellos representan la figura humana refleja el conocimiento y experiencia sensorial que ellos tienen de la imagen del cuerpo. Expresan así, al menos la imagen mental que ellos tienen del cuerpo humano y la imagen del cuerpo humano es imagen mental al mismo tiempo que percepción". 

    Otro hecho que demostraría que el dibujo del cuerpo es un dibujo de sí mismo, sería el que los niños nacidos ya enfermos trazan unos dibujos en los que siempre se observan rasgos de su enfermedad. 

    En definitiva, podemos decir, de acuerdo con VAYER, que el dibujo de la figura humana es un test de nivel mental, pero afectado de algunos defectos (estereotipias en particular). Por el contrario, el dibujo de sí mismo hace intervenir los factores personales a través de la integración de la imagen del cuerpo, resultando por ello la expresión gráfica de esta imagen del cuerpo.

La distorsión de la imagen corporal

Inseparablemente ligada al concepto de esquema corporal se encuentra la noción de imagen corporal. Seguramente, con frecuencia utilizamos estos dos términos como sinónimos y pensamos que el esquema corporal es como una especie de "muñeco en miniatura" igual a nosotros mismos que existe en nuestro pensamiento y sobre el que podemos identificar y situar a cada uno de sus elementos. Esto es la imagen corporal, que ha sido ampliamente estudiada a través de la representación gráfica en el dibujo de la figura humana. El esquema corporal sobrepasa la noción de imagen y se asienta en la conciencia de sí mismo. No se trata de un concepto de unidad como integración de partes corporales, es el eje de la organización de la propia personalidad, lo que mantiene la conciencia, la relación entre los diferentes aspectos de uno mismo (Berruezo, del Barrio, García Núñez; 1993).

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